Episodio 3

Después de la misteriosa desaparición de uno de sus participantes, la batalla destinada a nombrar un sucesor de Dios es brutalmente interrumpida, dejando tras de sí un rastro de destrucción y sacudiendo al mundo. Doce años después, mientras los ex concursantes de la competencia divina luchan por encajar en la sociedad después de ser convertidos en semi-permanentes—seres incapaces de envejecer—Lall se niega a dejar ir a su hermano, quien ha sido olvidado por todos. Decidida a resucitar a su hermano—el único que considera digno de sentarse en el trono celestial—Lall roba su teléfono celular de un culto dirigido por un competidor del pasado, lo que reinicia accidentalmente la competencia. Ayudada por su compañero de clase Eko Sasaki, Lall no mostrará clemencia para prevalecer contra sus enemigos en su esfuerzo por ver a su hermano una vez más.