Episodio 3

Shouzou Saitou e Ine han estado casados durante casi sesenta años. Aunque no se han vuelto ricos ni han podido irse de luna de miel en todo ese tiempo, su amor ha permanecido firme. La pareja pasa sus días pacíficamente cuidando de un huerto de manzanos y recibiendo visitas de su cariñosa familia. Mientras cuidan el manzano que plantaron en su día de bodas, el cual se rompió en medio durante un tifón, la pareja nota una manzana dorada colgando de una de las ramas. Deciden llevarse la manzana a casa y, a la mañana siguiente, la pareja se despierta para descubrir que han vuelto a ser jóvenes. En sus nuevos pero familiares cuerpos, Shouzou e Ine pueden vivir la vida como nunca antes lo habían hecho: participan en actividades más modernas juntos, como en un festival deportivo y juegan a videojuegos. A medida que reviven los recuerdos de su joven amor, la chispa entre ellos se reaviva, inspirando sentimientos similares en los miembros más jóvenes de su familia.