Episodio 3
A pesar de tener una buena reputación como uno de los guardias más experimentados en la guilda local de Mebuki, Kikuru Madan siente que ha estado desperdiciando su juventud y espera pasar el resto de su vida como cualquier otra persona. Sin embargo, su conciencia le impide retirarse en el presente, ya que le preocupa el futuro de la guilda sin él. Coincidentemente—como si quisiera ayudarlo a encontrar a su sucesor—la recepcionista de la guilda, Enome, asigna a Kikuru cuatro nuevos reclutas: la energética bestia Hitamu "Hitamuki" Kyan, la prodigiosa Maidena Ange, el relajado Toxico Dannar y el tenaz Hanabata Nohkins. Aunque cada uno de ellos posee talentos significativos, también muestran características que restan a su potencial, incluida la torpeza extrema de Hitamu y la perversidad involuntaria de Hanabata. Como si no fuera suficiente con lo que ya tiene que lidiar, los monstruos fuera de las murallas de Mebuki comienzan a exhibir un comportamiento extraño al atacar a las mujeres de manera lasciva, causando a Kikuru y a su grupo interminables problemas de más de una forma. Sin embargo, Kikuru está decidido a retirarse temprano; para lograr su objetivo, la orientación que brinda a los aprendices será absolutamente esencial.